“Hay que tratar de ser siempre el mejor pero nunca creerse el mejor”, decía Fangio.
Cada 24 de junio se celebra en Argentina el Día del Piloto de Automovilismo en conmemoración al nacimiento del mejor de la historia, Juan Manuel Fangio.
Coincidentemente, también cada 24 de junio, Alfa Romeo celebra años de vida desde su fundación en Italia.
Como dos nombres míticos en la historia del automovilismo, ambas leyendas unieron sus fuerzas en los dos primeros Mundiales de Fórmula 1, disputados en 1950 y 1951.
Así fue como Fangio se puso al volante del Alfetta (“pequeño Alfa” en italiano), un monoplaza que cosechó 10 victorias, 10 pole positions, 13 vueltas rápidas, 21 podios y 4 dobletes en 13 Grandes Premios de Fórmula 1.
Desarrollado inicialmente, a iniciativa de Enzo Ferrari –jefe de competición de Alfa Romeo hasta 1940–, por el ingeniero Goacchino Colombo en 1937 para competir en la modalidad de voiturettes, el Alfetta salió de sus escondites en la Posguerra imponiéndose en varios Grand Prix, dando los primeros pasos para convertirse en una leyenda de la F1.
El primer contrato con Alfa Romeo: Fangio Lo Firmó Sin Mirar La Cifra
Juan Manuel Fangio, en su libro “Cuando el Hombre es más que el mito”, relataba:
“Llegamos al hotel y se mostraron apurados por terminar el contrato, querían discutirlo. ‘Traigan el contrato’, les dije. Todos respondieron que sí al unísono y fueron hacia el portafolios donde estaban guardados el original y las copias. El ingeniero Alessio –director de Alfa Romeo-, depositó los papeles frente a mí. ‘¿Dónde tengo que firmar?’, pregunté. ‘Pero es que todavía no hemos escuchado cuánto quiere ganar’, se disculpó. Los miré a los ojos un instante, tomé la pluma con la mayor firmeza que me permitía ese instante trascendente en mi vida y estampé la firma. Aparté el contrato hacia quienes estaban frente a mí y les dije: ‘Ahora, llénenlo como quieran… Los ceros los ponen ustedes’. Se quedaron perplejos. Les había firmado en blanco. Es que ellos no comprendían que para mí ése era uno de los mejores momentos de mi vida. Se me daba la oportunidad de sentarme en el mejor auto de Grand Prix que había en el mundo y se me prefería a algún otro piloto italiano”.
Fangio y el Alfetta: Una Historia De Amor
Juan Manuel Fangio describió su primera vuelta a bordo del Alfetta 159 como una experiencia que le arrebató el aliento. El poder que sintió al volante de este mítico monoplaza, afirmó, permanecería para siempre en sus entrañas y en su mente.
Por eso, siempre que pasaba cerca de Milán, Juan Manuel, intentaba no faltar a esa “cita secreta con el fantasma de mi viejo amor”. Así se aprecia en el siguiente video:
El 28 de octubre de 1951 en Cataluña, Fangio conquista su primer título mundial de F1 al mando de un Alfa Romeo, tras un duelo con el equipo Ferrari. De esta manera quedará sellada para la eternidad la relación de Fangio con la marca del biscione. Tras finalizar la temporada, Alfa Romeo se retiró de la F1 y dejó así en libertad a Fangio para correr con otras escuderías, aunque siempre guardaría en su corazón un lugar especial para el Alfetta.
Para “el Chueco”, como le decían cariñosamente, manejar un Alfetta fue el inicio de un próspero recorrido, con cinco títulos mundiales con cuatro marcas distintas, un hito que no pudieron quitarle -aunque lo superaron en campeonatos-Michael Schumacher ni Lewis Hamilton.
Se retiró con 47 años, el 6 de julio de 1958, once meses después de levantar su quinto trofeo y dejando la vara muy alta: en 51 carreras en la Fórmula 1, obtuvo 29 poles (56,77%), 23 vueltas más rápidas (45,1%), 35 podios (68,62%) y 24 victorias (46,15%).
Es por eso que en Alfa Romeo celebramos cada 24 de junio por partida doble: el nacimiento de una leyenda que el destino no tardaría en cruzar en nuestro camino para escribir juntos la historia del automovilismo.
El piloto Marc Gené (2014), prueba el Alfa Romeo Alfetta 159 con el que Fangio obtuvo su primer título mundial de F1 en 1951.