Finalizó la 40ª edición de la carrera más bella del mundo, mostrando una vez más el vínculo indisoluble entre la “Freccia Rossa” y la marca que sigue sumando capítulos a su historia.
El Alfa Romeo 6C 1750 SS Zagato de 1929, conducido por Andrea Vesco y Fabio Salvinelli del equipo patrocinador Villa Trasqua, obtuvo el escalón más alto del podio.
Los últimos kilómetros antes de la entrada triunfal en Brescia
El último trayecto, de Parma a Brescia, recorrió lugares que se cruzan con el pasado y el presente de Alfa Romeo, incluido el circuito de Varano De’ Melegari y el Circuito de Monza, que este año celebra 100 años de historia. Una carrera épica, que después de atravesar las regiones de Italia, cuna de la pasión automovilística, regresó a Lombardía, la región donde se concibió y construyó la “carrera más bella del mundo” para finalmente concluir con la entrada triunfal en Brescia, a través de la pasarela tradicional en Viale Venezia.
Como en todo el recorrido, a medida que pasó la caravana de la Mille Miglia, las calles se transformaron con la generosa calidez del público, de Brescia a Roma y viceversa, en cada plaza y fuera de cada puerta. Todos los ojos de los fanáticos puestos en el “museo itinerante”, además de mucha curiosidad y aprecio por el Alfa Romeo Tonale, que este año se convirtió en uno de los protagonistas de la carrera.
Finalmente, en el escalón más alto del podio, se ubicó el Alfa Romeo 6C 1750 SS Zagato de 1929, tripulado por Andrea Vesco y Fabio Salvinelli del equipo patrocinador Villa Trasqua, quienes se consagraron campeones indiscutibles de la Mille Miglia 2022.